De madre fotógrafa y padre artista, soy Eli, la fotógrafa del equipo.
Crecí rodeada de carretes y pinceles, y desde entonces vivo con una cámara entre las manos.
Para mí, la fotografía perfecta es aquella que transmite emociones irrepetibles, que tiene la capacidad de mantener vivos los recuerdos y devolvernos a personas y momentos únicos.
La fotografía de boda requiere experiencia: es un día irrepetible y nada puede fallar. Gracias a nuestra especialidad en bodas y a la planificación previa y personalizada que hacemos en cada evento, sabemos anticiparnos a los momentos importantes para no dejar escapar ningún detalle.
Lo que más nos define:
-
Fotografía natural y elegante.
-
Cercanía y flexibilidad: planificamos con vosotros cada paso para adaptarnos a vuestras necesidades.
-
Creatividad, siempre presente en nuestro trabajo.
Nuestro objetivo es que disfrutéis plenamente de vuestro gran día, mientras nosotros nos encargamos de inmortalizarlo en recuerdos únicos.
¡Queremos contar vuestra historia!