Kit de emergencia para el gran día: que nada te pille por sorpresa

Hola, futuras parejas:

Planear una boda es sinónimo de organización, listas infinitas y detalles calculados al milímetro.
Pero incluso con todo bajo control, el gran día puede sorprenderos con pequeños imprevistos.

Por eso, hoy os traemos un truco infalible de cualquier wedding planner experimentada:
el kit de emergencia para bodas.
Un neceser discreto, elegante y práctico que puede salvaros de un roce en el vestido, un dolor de cabeza inesperado…
o incluso una lágrima de emoción. Prepararlo con tiempo os dará la tranquilidad de saber que nada arruinará vuestra sonrisa.

Qué incluir en tu kit (y por qué)

Para la novia

• Toallitas desmaquillantes: para retoques rápidos y evitar brillos no deseados.
• Espejito compacto: comprueba que todo está impecable antes de cada foto.
• Horquillas y coleteros: el cabello bajo control, pase lo que pase.
• Tiritas discretas: si los zapatos se rebelan a mitad del día, agradecerás tenerlas a mano.
• Polvos matificantes y pintalabios: imprescindibles para retocar el maquillaje.
• Perfume en miniatura: un toque fresco en cada abrazo.
• Desodorante de viaje: elegancia también es comodidad.
• Laca, pinzas y lima de uñas: ningún detalle es demasiado pequeño.

Para él (y para ambos)

• Analgesia básica: ibuprofeno o paracetamol para dolores inoportunos.
• Aguja e hilo: blanco y del color del traje; milagro para descosidos.
• Spray anti-manchas: rescata camisas y vestidos de cualquier descuido.
• Mentas o chicles: los primeros besos de casados se recuerdan… y se sienten.
• Cargador portátil: que ningún móvil se quede sin batería.
• Tiritas y apósitos: nunca sobran, siempre se necesitan.
• Pañuelos de papel: para las lágrimas de emoción imposibles de contener.

Detalles que marcan la diferencia

• Algo dulce: una chocolatina o azúcar para evitar bajadas de tensión.
• Mini costurero extra: en las bodas los “por si acaso” nunca sobran.
• Snacks ligeros: perfectos para calmar nervios antes de la ceremonia.

Dónde guardarlo (y quién se encarga)

El kit debe estar cerca, pero no a la vista. Puedes confiarlo a:

• Tu wedding planner.
• Una amiga de confianza.
• Un familiar cercano.

La clave es que siempre haya alguien que pueda acceder a él cuando haga falta, sin interrumpir el ritmo del día.

En Team Bride creemos que la tranquilidad también forma parte de la magia.
Cada detalle cuenta… incluso los que parecen invisibles.