El arte secreto de un seating plan perfecto

Hay decisiones que parecen pequeñas, pero definen el recuerdo de toda una vida.
El seating plan es una de ellas. No se trata solo de colocar nombres en mesas,
sino de diseñar un escenario de emociones, risas y conversaciones que fluyan con naturalidad.

Imaginadlo así: cada mesa será un pequeño universo.
Si las combinaciones son las adecuadas, la magia sucede sola.
Y sí, conseguirlo es posible… siempre que se entienda que un seating plan perfecto no se improvisa, se diseña.

Afinidades que brillan

El secreto está en crear conexiones.
Agrupad a quienes comparten recuerdos, pasiones o estilos de vida:
amigas de la infancia, compañeros de trabajo, primos que no se ven hace tiempo…
Pensad en conversaciones que fluyan y momentos que nazcan solos.

La armonía ante todo

Si hay invitados que no se llevan bien, no forcéis los encuentros.
Este es vuestro día y la energía debe ser positiva.
Colocad distancias estratégicas para evitar tensiones y permitid que cada mesa respire armonía.

Los niños, protagonistas felices

Una boda también puede ser un lugar mágico para los más pequeños.
Crear una mesa infantil con juegos, colores y actividades hará que ellos disfruten,
y que sus padres puedan relajarse y celebrar sin preocupaciones.

Mesa nupcial: tradición o revolución

Aquí no hay normas.
Podéis sentaros con vuestros padres y hermanos, invitar a vuestros mejores amigos…
o disfrutar de una mesa íntima solo para dos.
Lo importante es que os sintáis rodeados de cariño.

El seating plan también se viste

Haced que sea parte de la decoración:

• Marcos dorados o vintage
• Espejos caligrafiados
• Carteles de madera
• Flores silvestres

Que no sea solo funcional, sino fotogénico y memorable.

El toque final

• Diseñadlo tres semanas antes de la boda, cuando tengáis confirmadas las asistencias.
• Preparad varias copias para el catering y la wedding planner.
• Si os sentís perdidos, pedid ayuda. Hay profesionales que convierten un seating plan en una obra de arte.